8 de octubre de 2007

Sí al TLC y no al ALBA


Carolina Sanz
(V&L)


Mientras Costa Rica dio un fuerte espaldarazo al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, a pesar de una intensa campaña en contra pagada por el gobierno chavista, Perú dio pocas posibilidades a que ese país se integrara a la propuesta de integración continental propuesta por el president Chávez, major conocido como el Alba.

Los defensores del TLC abogaron por continuar con el modelo de desarrollo económico de los años '80 y consideraron al Tratado como un paso vital dentro del proceso de apertura económica, tanto en lo comercial (baja de aranceles), como en lo institucional (eliminación de monopolios, tanto privados como públicos).


Los que apoyan el sí, con el presidente Oscar Arias, abiertamente a su favor, sostuvieron que el Tratado busca mayor competencia en los mercados y más opciones para los consumidores. Insistieron con la aprobación del TLC se generará mayor confianza entre los inversionistas nacionales y extranjeros, como un paso hacia la integración con el comercio mundial, que luego continuaría con un tratado con la Unión Europea y China.

Por el contrario, el canciller José Antonio García Belaunde sostuvo ayer que es poco probable que nuestro país llegue a formar parte de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que promueve Venezuela como contraparte del TLC. No obstante, se mostró interesado en mantener buenos vínculos con las naciones que integran la referida organización.


“Aún no tenemos una propuesta formal, pero no lo veo muy factible (suscribir la ALBA). Habrá que ver en qué consiste, pero de alguna manera nosotros queremos mantener las relaciones que tenemos con los países de la ALBA”, señaló. Como es público, días atrás el embajador de Venezuela en el Perú, Armando José Laguna, dijo a la prensa que su país coordina una invitación formal al Perú para que se adhiera a la propuesta que promueve el presidente llanero, Hugo Chávez. La ALBA es una instancia que integran, además de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia, que se oponen a tratados comerciales con Estados Unidos.

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