20 de abril de 2009
Las FARC deciden liberar a militar que retienen desde hace casi doce años
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron hoy su decisión de liberar al suboficial del Ejército Pablo Emilio Moncayo, secuestrado hace casi doce años y uno de los dos militares que llevan más tiempo en manos de los rebeldes.
La puesta en libertad será unilateral, indicaron las FARC, que informaron de la entrega del rehén en un comunicado suscrito por el mando central guerrillero y fechado en las "Montañas de Colombia".
La nota del Secretariado rebelde fue divulgada por los sitios en Internet de Café Stereo-La Radio Bolivariana, estación cercana al grupo insurgente, y de la congresista opositora Piedad Córdoba, líder del grupo Colombianas y Colombianos por la Paz (CC).
"Anunciamos nuestra decisión de liberar unilateralmente al cabo Pablo Emilio Moncayo y entregarlo personalmente a una comisión encabezada por la senadora Córdoba y el profesor Moncayo (Gustavo, padre del militar) una vez se organicen los mecanismos que garanticen la seguridad de la operación", señalaron los rebeldes.
Por su parte, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, hizo una breve, pero también no usual, declaración a la prensa en la sede del Ejecutivo en Bogotá, sobre el anuncio de las FARC: "Cuanto antes; nunca debieron secuestrarlo".
Las FARC explicaron que, con su decisión, responden a la "reiterada solicitud" en favor del cabo Moncayo hecha por los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Hugo Chávez, lo mismo que por la legisladora Córdoba y el profesor Moncayo.
"Es una sorpresa muy grande", afirmó el maestro Moncayo, que recibió la noticia en Sincelejo, ciudad de la costa norte a la que llegó el miércoles dentro de una correría por el país para reunir firmas de ciudadanos favorables a un acuerdo humanitario sobre los rehenes, por vía del referendo.
El profesor, que impartía el programa de ciencias sociales en el colegio público de Sandoná (suroeste), emprendió esta campaña a finales de enero pasado.
La travesía es la tercera que el padre del militar realiza desde mediados de 2007, cuando se colgó una cadena al cuello, que conserva todavía, y recorrió a pie los cerca de 1.200 kilómetros que separan a Pasto, la capital del departamento de Nariño, de Bogotá.
El profesor fue recibido como un héroe por miles de personas que coparon la céntrica Plaza de Bolívar en la capital colombiana, en una demostración de respaldo que llevó al presidente Uribe a salir a la misma plazoleta, donde mantuvo un polémico encuentro con Moncayo.
"La emoción es tan grande que nubla mi mente, nubla mis sentidos", expresó el profesor tras pedir a la fuerza pública que no le ponga tropiezos a la misión humanitaria que deba recibir a su hijo, en manos de las FARC desde el 21 de diciembre de 1997.
El suboficial fue secuestrado entonces con otros 17 militares, entre ellos José Libio Martínez, también cabo primero y que, como él, sigue cautivo.
Los rebeldes los tomaron cautivos en el cerro de Patascoy (Nariño), sede de una base de comunicaciones del Ejército que fue arrasada en un ataque que dejó diez muertos y cuatro heridos, además de 18 secuestrados, 16 de los cuales fueron liberados más tarde.
Los otros dos, Moncayo y Martínez, fueron integrados a un grupo de rehenes con fines de canje por medio millar de rebeldes presos y conformado ahora por 22 miembros de la fuerza pública.
En este grupo estuvieron la colombo-francesa Íngrid Betancourt, los tres estadounidenses y los once miembros de la fuerza pública rescatados en julio de 2008 en una operación militar encubierta en las selvas del Guaviare (sur).
El cabo Moncayo será el rehén número trece que las FARC pongan en libertad de manera unilateral desde enero de 2008, cuando entregaron a Clara Rojas, fórmula electoral de Betancourt y madre de un niño que concibió en el segundo de los seis años que pasó secuestrada.
Los rebeldes consideraron que el anuncio de puesta en libertad de este militar hace evidente "una vez más" su "decisión irreversible de alcanzar el acuerdo humanitario sin más dilación y sembrar con certezas los caminos que lleven a la solución política del conflicto".
Los rebeldes dijeron que se trata de una gestión en la que todas las partes deben aportar con propuestas realistas que, como las del colectivo de intelectuales CCP y la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), contrastan con el llamamiento de Uribe a un cese el fuego unilateral. EFE
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario