13 de julio de 2009

Chacón fue el verdugo de RCTV y Cabello será el de Globovisión



Q ue la República Bolivariana de Venezuela sea el brand statement (narrativa de marca o característica en la que se basa la promesa de un producto), que de forma paulatina impone su hegemonía sobre la cultura nacional y la plataforma comunicacional que lo fortalece, es la obsesión del investigador de medios Marcelino Bisbal desde el año 2004.

Escribe Bisbal en el prefacio de Hegemonía y control comunicacional (Alfa, 2009) que, en la narrativa de marca que impone la revolución, el propio Chávez encarnaría el modelo cultural "que se fundamenta en la vieja tesis del `populismo latinoamericano", pero ahora renovado con nuevos dispositivos, no sólo políticos sino también culturales y comunicacionales, que hacen de esa figura un neopopulista que intenta cambiar la historia del país y de América Latina". De acuerdo con el académico, el mismo nombre República Bolivariana de Venezuela describe la idea subyacente en el brand statement, en la que este gobierno estaría llamado a continuar la gesta emancipadora del siglo XIX; ello determina el protagonismo militar, la centralización de los poderes públicos en el Ejecutivo y la polarización de la sociedad.

Para que se fortalezca esta autoconcepción heroica se necesita un enemigo, como los realistas del siglo XIX . Así se cumple la paradoja de que el Gobierno que otorga una atención inédita en la historia al poder político y simbólico de los medios de comunicación es el mismo que sostiene antagonismos más frontales contra estos.

El chavismo ha sido efectivo en la creación de una identidad de marca. Tiene que ver con el nombre República Bolivariana de Venezuela, con el uso de los símbolos patrios y la resignificación de ciertos héroes nacionales, entre otros aspectos. Así lograron calar en un sector de la población.

Uno de los componentes esenciales de esta hegemonía es la adquisición de medios de comunicación para la difusión ideológica.

"Hoy nos encontramos que el Gobierno tiene una plataforma de medios radioeléctricos paraestatales (medios comunitarios) a la que, aunque no es de su propiedad, le facilita su desarrollo jurídico, económico, de formación y expansión", señala Bisbal.

Pero a pesar de tener una plataforma de medios sin precedentes, el Gobierno pareciera continuar en su propósito de establecer una hegemonía comunicacional. El jueves pasado, Diosdado Cabello, ministro de Obras Públicas y Vivienda, anunció la regulación de la televisión por cable y el inicio de procedimientos masivos de revocatoria de concesiones y permisos para operar, que de concretarse dejará fuera del aire a casi 40% de las emisoras del país.

--¿Por qué el Gobierno no ha alcanzado esa hegemonía comunicacional si cuenta con tal infraestructura? --Todavía el sector privado es mayoría en cuanto al número de unidades comunicacionales ­de radio, televisión e impresos-- con las que cuenta, en comparación con las del sector público.

--¿Cómo se articula, entonces, esta hegemonía? --Una cosa es que el sector privado cuente con una mayoría de medios de comunicación y otra es el nivel de autocensura, de violencia y de intimidación al que es sometido. Hoy se han neutralizado por miedo a que se les retire la concesión, impongan multas impagables o se les censure.

--¿El poder comunicacional en la República Bolivariana de Venezuela se fundamenta en la autocensura? --Es una mezcla. Por un lado, hay un intento evidente de constituir una hegemonía comunicacional, de que el país tenga medios que respondan a una sola línea política. Eso está representado por aquellos que están en manos del sector gubernamental y los paraestatales, cuyas cifras exactas se pierden. Por el otro lado, la vía jurídica ha ido apretando poco a poco a los medios privados, tenemos el caso de RCTV y el caso casi inminente del cierre de Globovisión.

--¿Está planteado el cierre de Globovisión? --No me queda la menor duda. Además, no van a permitirle salir por cable, pues se maneja la figura del delito penal. La Ley Orgánica de Comunicaciones, en los artículos 171 y 172, establece que cuando a una señal se le retira la concesión por un delito penal, no se puede exportar administrativamente hacia cable. Presenciamos una nueva escalada contra los medios. De hecho, se designa a Diosdado Cabello ministro de Obras Públicas y Vivienda para que ejecute esta medida.

Cuando se retiró la concesión de RCTV el ministro era un militar, Jesse Chacón, y quien "pondrá en cintura"­como dice el presidente­ a Globovisión es otro militar. Chacón fue el verdugo de RCTV y Cabello será el de Globovisión.

--¿Puede, en la llamada "sociedad globalizada de la información", mermarse el poder de los medios de comunicación? --Hoy el tema de los medios de información es estratégico por el poder simbólico y económico que representan, pero en especial porque son actores importantes que hay que considerar al hacer un análisis político del país. Ya los medios no son sólo puentes de mediación entre el hecho noticioso y público. Ahora son actores fundamentales en el entorno político, asuman o no un papel político. Para hacer hoy un análisis político de cualquier país en el mundo tienes que tomar en cuenta no sólo a los medios tradicionales sino también a los no convencionales, pues estos (la red y la convergencia tecnológica) empiezan a superar a los medios covencionales.

--Si asumimos que las audiencias escogen los medios para reforzar su posición política, ¿Es efectivo el brand statement que monta el chavismo si sólo lo hace a través de sus propios canales? --Así como políticamente la polarización ha ido creciendo debido al discurso agresivo del Presidente, en el mundo del consumo de la información también hay polarización. La clave es que ellos siguen intentando. Venezolana de Televisión no quiere convencer al mundo opositor, pues éste no ve nunca ese canal; pero con esta plataforma el Gobierno intenta terminar de asentar y cohesionar su narrativa de marca en los sectores que le son afectos, por si acaso quieren escaparse del redil. En la oposición ocurre lo mismo, pero este lado se encuentra cada vez más con unos medios que, por mecanismos de intimidación y autocensura, no pueden ejercer libremente la oposición.

--¿Estos mismos mecanismos de autocensura fortalecen al Gobierno (y su brand)? --Sí. Es el mismo efecto de la publicidad comercial: que seas fiel a una marca y te sientas vacío si desaparece. Crear las ideas de que el protagonismo militar es deseable para el país, o de que es malo ser rico, en un momento se convertirán en parte de nuestra propia identidad. Un ejemplo es la violencia. Nos hemos acostumbrado a que los fines de semana se registren altos índices delictivos, a tal punto que ahora celebramos cuando hay "menos" muertos por fin de semana. Así, asumimos la violencia como identidad y entramos en la cultura de la muerte. Ese mismo efecto quiere producirlo el Gobierno: que te acostumbres a que la cosa es así, con cadenas, con censura, con medios regulados.

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