7 de diciembre de 2009

Diosdado Cabello calla y admite: "Este no es el mejor momento de mis relaciones con Chávez"


Este minicronista ha esperado una semana para ver si en el curso de estos siete días se sabía algo del informe que Chacumbele pidió a Diosdado, hace dos semanas, sobre la carretera que el minpopopa’todo debía construir en Lara. Pero nada. Se recordará que hace dos domingos, antes de que a Chacumbele lo agarrara la turbulencia de "sus" banqueros, careó a Diosdado con el gobernador de Lara, Henri Falcón, a propósito de la carretera en cuestión.
Falcón, quien asistía al show dominical, presentó un presupuesto y Diosdado otro, pero con el detallito de que el segundo, el del ministro, era por el doble del primero, el del gobernador.

Chacumbele pidió verlos a ambos al día siguiente, en Miraflores, cada uno con sus papeles. Pero, como quien no quiere la cosa, le señaló al ministro que "alguien" le estaba inflando los costos.

No es necesario ser un experto en semiología chavista para entender lo que el presidente le sugirio a quien dicen es su segundo.

En dos platos, y sin que un gallo pudiera cantar más claro, hizo ver que ese costo "inflado" era una "comisión" y que, además, era como demasiado exagerada.

Siguiendo con los dichos de la Venezuela de antes, no le dijo perro pero le enseñó el tramojo.

Para ilustración de las nuevas generaciones, traduzco: no le dijo corrupto, pero se lo insinuó.

En todo este lío de bolibanqueros y bolifuncionarios, Diosdado ha permanecido como ausente.

No dice nada. En boca cerrada no entran moscas.

Sólo se ha sabido que un amigo, quien le solicitara una intercesión ante Chávez por algún trámite no resuelto, recibió como respuesta: "Este no es el mejor momento de mis relaciones con Chávez".

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