Carolina Sanz
(V&L)
Se acabó el auge del consumo, no sólo por lo costoso que le ha resultado al venezolano pagar las deudas adquiridas con tarjeta de crédito a 33% de interés anual, sino porque también a partir de ahora el Banco Central de Venezuela establece qué tipo de bienes son de lujo y cuáles no, para que su cobro sea pechado a través del uso de los puntos de venta.
Una reciente resolución del BCV ordenó la regulación de las comisiones por el pago de bienes y servicios que se hagan a través de los puntos de venta, es decir, con tarjetas de crédito y de débito. Y ratificó que la tasa de interés es 33%.
La argumentación dada desde el Ejecutivo es que se están reduciendo los costos para los consumidores, pero en realidad la regulación también establece alzas de las comisiones para algunos bienes y servicios a los que antes se les recargaba 5%, y ahora 10%.
Este es el caso de los hoteles de más de cuatro y cinco estrellas, y los comercios de delicateses, pero también de las tiendas Duty Free, las bebidas alcohólicas, el tabaco, las galerías de arte, discotecas y casinos. Si bien para las tarjetas de debito la comisión es más baja, su uso implica el cobro de una comisión que en los casos anteriores es de 1,75%.
Fuentes consultadas señalaron que la regulación de las tasas de interés, así como la medida de ratificar la tasa activa para tarjetas de crédito en 33%, buscan frenar el consumo y contener el alza de los precios.
Esta decisión sólo hará que los comerciantes recarguen en los bienes y servicios lo que pierden al pagar por el uso del punto de venta al banco.
La tarjeta de crédito se ha convertido en un instrumento financiero muy utilizado por la clase media porque es un medio de financiamiento (aunque costoso por la alta tasa de interés). Completa el presupuesto familiar que no alcanza a ser cubierto con el salario mensual por el aumento continuo de la inflación que para este año promete cerrar por encima de 30%.
“La tarjeta de crédito es fundamental para la clase media porque con ella pueden cancelar el colegio de los hijos, los seguros del carro y de salud y la domicialización de algunos pagos de servicios del hogar como la televisión por cable”, indicó León Parilli, de la organización proconsumidores Anauco.
Refirió que el índice de morosidad se ha disparado 100% (1,2% a 2,2% en 12 meses) y eso está relacionado con el aumento de tasas activas de 28% a 33%.
(V&L)
Se acabó el auge del consumo, no sólo por lo costoso que le ha resultado al venezolano pagar las deudas adquiridas con tarjeta de crédito a 33% de interés anual, sino porque también a partir de ahora el Banco Central de Venezuela establece qué tipo de bienes son de lujo y cuáles no, para que su cobro sea pechado a través del uso de los puntos de venta.
Una reciente resolución del BCV ordenó la regulación de las comisiones por el pago de bienes y servicios que se hagan a través de los puntos de venta, es decir, con tarjetas de crédito y de débito. Y ratificó que la tasa de interés es 33%.
La argumentación dada desde el Ejecutivo es que se están reduciendo los costos para los consumidores, pero en realidad la regulación también establece alzas de las comisiones para algunos bienes y servicios a los que antes se les recargaba 5%, y ahora 10%.
Este es el caso de los hoteles de más de cuatro y cinco estrellas, y los comercios de delicateses, pero también de las tiendas Duty Free, las bebidas alcohólicas, el tabaco, las galerías de arte, discotecas y casinos. Si bien para las tarjetas de debito la comisión es más baja, su uso implica el cobro de una comisión que en los casos anteriores es de 1,75%.
Fuentes consultadas señalaron que la regulación de las tasas de interés, así como la medida de ratificar la tasa activa para tarjetas de crédito en 33%, buscan frenar el consumo y contener el alza de los precios.
Esta decisión sólo hará que los comerciantes recarguen en los bienes y servicios lo que pierden al pagar por el uso del punto de venta al banco.
La tarjeta de crédito se ha convertido en un instrumento financiero muy utilizado por la clase media porque es un medio de financiamiento (aunque costoso por la alta tasa de interés). Completa el presupuesto familiar que no alcanza a ser cubierto con el salario mensual por el aumento continuo de la inflación que para este año promete cerrar por encima de 30%.
“La tarjeta de crédito es fundamental para la clase media porque con ella pueden cancelar el colegio de los hijos, los seguros del carro y de salud y la domicialización de algunos pagos de servicios del hogar como la televisión por cable”, indicó León Parilli, de la organización proconsumidores Anauco.
Refirió que el índice de morosidad se ha disparado 100% (1,2% a 2,2% en 12 meses) y eso está relacionado con el aumento de tasas activas de 28% a 33%.
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