20 de abril de 2009

(Canal de) TV de magnate venezolano ignora a Chávez,crece y domina la audiencia.


Daniel Rittner/Valor

Asegura Carlos Bardasano, presidente de la estación televisiva,
que maneja 58% de audiencia:
"Los canales no deben dedicarse a la política"

En medio de una guerra mediática en Venezuela, país que cuenta con la estatal Venezolana de Televisión (VTV) y el canal opositor Globovisión como sus mayores protagonistas, la emisora del magnate Gustavo Cisneros se mantiene al margen de la fuerte polarización política y obtiene buenos resultados de una audiencia extenuada de la diatriba audiovisual.

El tono neutro de Venevisión, que se concentra en novelas y programas de entretenimiento, le ha asegurado una confortable holgura en el liderazgo de la audiencia en el país.

Venevisión fue la gran beneficiada cuando el presidente Hugo Chávez rechazó renovar la concesión a RCTV, única emisora de señal abierta con cobertura nacional que criticaba al gobierno. Venevisión registró una media de audiencia de 58,2% en el país entre principios de 2008 y marzo de 2009, una cifra que prácticamente duplica al canal que ocupa el segundo lugar: Televen, una estación que también es privada y de posición equilibrada. Los negocios están prosperando de tal manera para Cisneros, que el grupo de comunicación avanza rápidamente en el segmento de televisión por suscripción en Venezuela, y tiene planes de entrar en Colombia y otros países de la región.

"Los canales de Televisión no deben dedicarse a hacer política, así como los políticos no deben dedicarse a hacer televisión", afirma Carlos Bardasano, vice-presidente ejecutivo de la Organización Cisneros y brazo derecho del empresario. Para él, quien clasifica a Venevisión como un canal de entretenimento, "la debilidad de la oposición hace que muchos medios de comunicación, tomen indebidamente ese espacio"

Biógrafos del presidente, como los periodistas Alberto Barrera y Cristina Marcano, autores del libro "Hugo Chávez Sin Uniforme", sustentan que esa postura no es casual. Antes de la frustrada tentativa de golpe contra Chávez en abril de 2002, la emisora de Cisneros hacía una dura oposición al gobierno, pero cambió su discurso poco después. Según ellos (los autores), el cambio de estrategia fue fruto de un pacto de no agresión entre los dos. Por un lado, le garantizaría a Cisneros tranquilidad en la conducción de sus negocios; por el otro, proveería a Chávez de la artillería pesada del canal más visto del pais.

Bardasano, naturalmente, niega cualquier tipo de entendimiento. "Seamos sinceros: con Chávez no se puede hacer ningún acuerdo. Ni nosotros, ni nadie", afirma el ejecutivo. Según él, el último encuentro de Cisneros con el presidente ocurrió hace cuatro años. "No existen relaciones [entre ellos]. Apenas se respetan y no se atacan."

Cisneros es el hombre más rico de Venezuela. Según el ranking de 2009 de la revista "Forbes", él y su família poseían una fortuna de US$ 3,8 billones y ocupaban el lugar número 149 entre los más ricos del mundo.

Venevisión optó por el equilibrio y por la "mayor imparcialidad posible", según afirma Bardasano, armado con documentos y hojas de cálculo para comprobar su afirmación. Son tablas y más tablas para demostrar que, en las cuatro horas diarias de noticieros, las noticias e intervenciones de un lado y de otro, tienen milimétricamente el mismo tiempo en pantalla. Bardasano asegura que incluso una empresa estadounidense fue contratada para monitorear la exposición equilibrada de oficialistas y opositores.

No es así en la mayoría de los otros canales. Globovisión, que tiene señal abierta en partes de Caracas y en la ciudad industrial de Valencia (en otras ciudades es captada apenas por quienes poseen servicio de cable o satélite), el tono es durísimo. Aliados de Chávez no son entrevistados y los presentadores hablan con indignación sobre las medidas y declaraciones del gobierno.

En septiembre pasado, grupos chavistas lanzaron bombas de gas lacrimógeno contra la sede de la empresa. Y los reporteros del canal son frecuentemente abucheados y agredidos en los eventos oficiales.

En la estatal VTV, que se refiere a la turbulencia económica de los últimos meses como "la crisis capitalista internacional", los opositores son objeto de ataques y denuncias a diario. Un comercial actualmente en el aire muestra a representantes del gobierno anterior a Chávez saliendo de las instalaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y anunciando un paquete anticrisis en 1996. "Inflación de 500% y devaluación de 100%", dice el locutor. Enseguida, se elogian las medidas tomadas por Chávez dos semanas atrás.

En medio del fuego cruzado, la postura da Venevisión despierta críticas. En la última reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en marzo, uno de los dueños de Globovisión, Guillermo Zuloaga, llamó a la emisora de Cisneros de "totalmente vendida al gobierno". "Por asumir nuestra posición, somos criticados de los dos lados", minimiza Bardasano.

Venevisión es acusada por su rival de haberse pronunciado tímidamente cuando RCTV, que tenía 53 años en el aire, no vio renovada su concesión y fue obligada a restringir sus transmisiones a la televisión por suscripción. En 2006, último año completo en el que RCTV tuvo su señal abierta, registró 41,6% de audiencia, un punto más que Venevisión, según mediciones de AGB, .

En mayo de 2007, RCTV fue sustituída por un nuevo canal estatal, TVes, que tiene apenas 3,7% de la preferencia de los telespectadores. VTV, que transmite los eventos oficiales y cuya programación es ocupada por noticieros de línea oficial, tiene 7,9%. Chávez también creó Telesur, de objeto integracionista y con contenido producido en varios países de América Latina. Globovisión posee una media nacional de 6,9%, aunque es más fuerte en Caracas, como emisora abierta.

La intervención del gobierno en el caso de RCTV fue el episodio más difícil de la era Chávez, según el analista político Luis Vicente León, socio-director del Instituto Datanalisis, que se especializa en estudios de opinión. Mucha gente perdió la confianza en el presidente, incluidos los propios chavistas tradicionales.

"No por cuestiones de democracia o libertad de expresión, como lo analizó la oposición, que son conceptos vagos para el ciudadano promedio, sino porque tocó directamente al entretenimiento, la recreación diaria de buena parte de la población", asegura León.

Fortalecida, la emisora de Cisneros inauguró hace cuatro meses Venevisión Plus, un canal de televisión por suscripción, que llega a 23% de los hogares venezolanos. Es el primero de cinco canales pagos que están en planes. El próximo, que será lanzado este año, es Venevisión Kids, con programación infantil. Otro de los canales, aún sin fecha de lanzamiento, pretende ser 100% noticias.

El Grupo Cisneros planea inaugurar un canal abierto en Colombia, en 2010, para competir directamente con TV Caracol. También construirá un nuevo centro de producción de novelas en Panamá. Ya son catorce estudios en Caracas y siete en Miami.

Las novelas son el negocio más fuerte de Venevisión. Un total de 105 países reciben sus producciones. "la Red Globo y Televisa (mexicana) son nuestros principales competidores", afirma Bardasano. En Venezuela, uno de los objetivos del grupo es convencer al gobierno sobre la adopción del sistema europeo de televisión digital. "Nuestros estudios técnicos demostraron que es el mejor sistema", afirma el ejecutivo. Brasil escogió el sistema japonés.

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