
Miguel Conde F.
L&V
La ocurrencia se le atribuye al filosofo contemporáneo Slavoj Zizek, y se comparte enteramente: “Marx fue lúcido. Pero el comunismo no. También son falsos algunos mitos de la sociedad occidental y democrática. Por ejemplo, la tolerancia es inexacta, cuando lo necesario es levantar el pecho y pelear por la libertad”.
De acuerdo, repito. Y también debe admitirse que en Venezuela se advierte ahora, en los actos de un régimen que no disimula su inspiración en el ruinoso y decadente modelo del comunismo fascista cubano, una amenaza a la libertad y la pretensión de extenderla hacia toda la región.
La observación no es exagerada. Los hechos denuncian, en efecto, los propósitos totalitarios del régimen que se ha instalado en Venezuela y también se ha podido comprobar que la minoría gobernante y su líder Chávez, aunque electos democráticamente, nunca han sentido afecto por lademocracia. Y tampoco han estado jamás de acuerdo con la Historia, que ya a demostrado el fracaso del fascismo y del comunismo, después de haber causado ambas experiencias políticas millones de muertes y de haber arruinado para siempre decenas de economías nacionales.
Se concede entonces: son suficientes estos hechos y razones para juzgar la situación venezolana como una grave amenaza a la libertad. Y no solo a la libertad de expresión sino a la entera libertad y al ejercicio de los derechos humanos. Suficiente, repito, para sentirse alarmados y actuar, en consecuencia. Pero esa amenaza se advierte aun mas grave cuando se revela que el régimen venezolano, como proyecto en marcha, es también no solo la expresión de un militarismo populista y demagógico sino el presumible escenario ad hoc de una alianza perversa y bélica, que une al comunismo fascista decadente con el fanatismo religioso y cuya motivación y objetivo es la destrucción de la cultura y los valores de la sociedad occidental. Y, en efecto, la autorizada invasión sobre Venezuela de agentes cubanos, bajo el eufemismo de “ayuda humanitaria”, y los acuerdos de cooperación que se firman a cada rato con el gobierno belicista de Irán, contribuyen con esa presunción según la cual la llamada “situación venezolana” puede resumir una comprobada amenaza a la libertad. Y también a la paz en la región.De todos modos, y aunque se acepte solo lo presumible, con el caso venezolano recobra vigorosa vigencia la recomendación del filósofo Slavoj Zizek: “Sin tolerancia, lo necesario es levantar el pecho y pelear por la libertad”.
Ahora estoy recordando algo de la lectura del “Discurso sobre la servidumbre voluntaria”, del pensador francés Étienne de La Boétie. Dejo escrito en el año 1548: “Si un tirano es un solo hombre y sus súbditos son muchos, por qué permiten estos su propia esclavitud?”.Y él mismo se responde: “Porque se dejan llevar a la servidumbre por un simple halago o por una pequeña golosina, que son los cebos de las tiranías”. MCF.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario