Carlos Pérez
(V&L)
Según varios artículos aparecidos en la prensa internacional esta semana, especialmente dos reportajes del prestigioso diario El Nuevo Herald de Miami, el presidente Hugo Chávez no sólo estaría pro
moviendo actos ilegales en Venezuela al consumir una sustancia prohibida por las Naciones Unidas como la hoja de coca, sino que estaría haciéndose la vista gorda con el narcotráfico colombiano que opera desde territorio venezolano, y suministrándole municiones a la guerrilla de Colombia.
En un artículo firmado por Gonzalo Guillén desde Bogotá, citando fuentes de inteligencia militar en Colombia, varios millones de municiones incautadas por el ejército de ese país a los grupos guerrilleros, tiene su origen en una fábrica de municiones con tecnología rusa que Chávez ordenó construir.
Las municiones son especialmente diseñadas para los fusiles de fabricación rusa AK-47, que usa la guerrilla colombiana, y del cual el gobierno venezolano adquirió unas 100,000 a un consorció armamentista ruso.
Según expertos, las municiones serían reconocibles porque no tienen ningún tipo de serial o marca de fábrica, el único caso en que estas mujniciones podrían ser usados.
Aunque el precio en el mercado podría llegar hasta 5 dólares cada bala para AK-47, Caracas estaría vendiéndole a las FARC y el ELN por un costo de 50 centavos de dólar, y en muchos casos gratis, según revelaron ex guerrilleros desertores y fuentes militares.
En otro escrito, el presidente Chávez admitió que mastica hoja de coca a diario, una confesión que hizo el pasado viernes 11 de enero frente a la Asamblea Nacional.
Según un artículo firmado por Casto Ocando en El Nuevo Herald desde Miami, la admisión de Chávez podría constituirse en un acto illegal, toda vez que Venezuela es signataria de la Convención de Viena de 1961, que regula la circulación de narcóticos a nivel internacional, y que considera la hoja de coca entre los precursors de la cocaína con alta peligrosidad.
(V&L)
Según varios artículos aparecidos en la prensa internacional esta semana, especialmente dos reportajes del prestigioso diario El Nuevo Herald de Miami, el presidente Hugo Chávez no sólo estaría pro
moviendo actos ilegales en Venezuela al consumir una sustancia prohibida por las Naciones Unidas como la hoja de coca, sino que estaría haciéndose la vista gorda con el narcotráfico colombiano que opera desde territorio venezolano, y suministrándole municiones a la guerrilla de Colombia.En un artículo firmado por Gonzalo Guillén desde Bogotá, citando fuentes de inteligencia militar en Colombia, varios millones de municiones incautadas por el ejército de ese país a los grupos guerrilleros, tiene su origen en una fábrica de municiones con tecnología rusa que Chávez ordenó construir.
Las municiones son especialmente diseñadas para los fusiles de fabricación rusa AK-47, que usa la guerrilla colombiana, y del cual el gobierno venezolano adquirió unas 100,000 a un consorció armamentista ruso.
Según expertos, las municiones serían reconocibles porque no tienen ningún tipo de serial o marca de fábrica, el único caso en que estas mujniciones podrían ser usados.
Aunque el precio en el mercado podría llegar hasta 5 dólares cada bala para AK-47, Caracas estaría vendiéndole a las FARC y el ELN por un costo de 50 centavos de dólar, y en muchos casos gratis, según revelaron ex guerrilleros desertores y fuentes militares.
En otro escrito, el presidente Chávez admitió que mastica hoja de coca a diario, una confesión que hizo el pasado viernes 11 de enero frente a la Asamblea Nacional.
Según un artículo firmado por Casto Ocando en El Nuevo Herald desde Miami, la admisión de Chávez podría constituirse en un acto illegal, toda vez que Venezuela es signataria de la Convención de Viena de 1961, que regula la circulación de narcóticos a nivel internacional, y que considera la hoja de coca entre los precursors de la cocaína con alta peligrosidad.
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