14 de marzo de 2008

Prensa ecuatoriana: Venezuela fue escenario de pacto guerrillero


Carlos Pérez
(V&L)


El secretario de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (Aldhu), Juan de Dios Parra, reveló ayer que las dos reuniones que mantuvo el ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, con el segundo comandante de las FARC, Raúl Reyes, se dieron en Venezuela. Las declaraciones las realizó en Radio Quito.Según la versión de Larrea, dada al diario El Universo de Guayaquil, solo hubo una reunión y se hizo para tratar el canje humanitario, pero el funcionario no había revelado el sitio del encuentro.Entre tanto, la madre de Natalia Verónica Velásquez Ramírez, la cuarta mexicana que murió durante la incursión del ejército colombiano a Ecuador, en donde se abatió a Reyes, realizó los trámites para reconocer el cadáver de su hija.Ana María Ramírez Maldonado acudió junto con su otro hijo, Javier Velásquez, a la morgue de la Policía Judicial. El reconocimiento fue un tanto lento, debido a que las huellas digitales que los padres disponían no eran muy claras. Tras esa diligencia estaba previsto que acudieran a la Cruz Roja para gestionar la prueba de ADN.Con esta última son cuatro las pruebas de ADN que se esperan para con ellas confirmar oficialmente que los cadáveres son de los cuatro estudiantes universitarios Juan González, Fernando Franco, Soren Avilés y Verónica Velásquez.De otro lado, Parra comentó que volvió a hablar con Lucía Morett, sobreviviente del bombardeo, y ha asegurado que es falso que ella y sus compañeros hayan estado en dos ocasiones en ese campamento. Parra explicó que no solo estudiantes mexicanos llegaron allá. Incluso estuvieron en días anteriores chilenos, quienes han aparecido en los medios de su país relatando su experiencia. Además, Parra reconoció que fotos de los chilenos aparecen en uno de los computadores que supuestamente fueron encontrados. Eso significaría que efectivamente los ordenadores fueron obtenidos en ese lugar.Entre tanto, directivos del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Autónoma de México se solidarizaron con Morett y las víctimas del “trágico incidente”. En una carta dirigida a medios mexicanos indicaron que las víctimas tienen derecho a todas las presunciones y protecciones del derecho internacional humanitario y de derechos humanos como civiles no combatientes.

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