Carolina Sanz
(V&L)
Organizaciones no gubernamentales internacionales denunciaron este fin de semana que Venezuela sólo declara unos 33 mil quilates de diamantes anuales como legítimamente producidos, pero en realidad se estima que produce más ded 150 mil kilates todos los años, una “pérdida” de unos 120 mil kilates.
Venezuela declara cada año que produce 33 mil kilates de diamantes dentro de lo que se conoce como el Proceso Kimeberley, que certifica que los diamentes fueron producidos sin explotación ni matanzas. Los diamantes declarados bajo este proceso pueden ser comercializados sin prohibición en todo el mundo.
Sin embargo, la organización Global Witness recomendó la expulsión de Venezuela del proceso y prohibir el comercio con el diamante venezolano, porque “ha hecho muy poco esfuerzo para implementar las exigencias del proceso”, entre los cuales se incluye la explotación diamantífera sin controles de calidad de vida y que no sean usados para financiar guerras o corrupción administrativa.
“Venezuela ha sido un estado que no ha cumplido con las normas durante 4 años, y está haciendo burla de mecanismos importantes de prevención de conflictos”, dijo Ian Smillie, un coordinador de investigación de la organización canadiense Partnership Africa Canada, basada en Ottawa.
El proceso Kimberley se inició en el 2003 para buscar terminar con el trafico de diamantes usados para financiar guerras, y obligando a las naciones productoras a certificar toda la producción diamantífera en bruto, de modo que no sea usado para financiar guerras internacionales e ilegales.
(V&L)
Organizaciones no gubernamentales internacionales denunciaron este fin de semana que Venezuela sólo declara unos 33 mil quilates de diamantes anuales como legítimamente producidos, pero en realidad se estima que produce más ded 150 mil kilates todos los años, una “pérdida” de unos 120 mil kilates.
Venezuela declara cada año que produce 33 mil kilates de diamantes dentro de lo que se conoce como el Proceso Kimeberley, que certifica que los diamentes fueron producidos sin explotación ni matanzas. Los diamantes declarados bajo este proceso pueden ser comercializados sin prohibición en todo el mundo.
Sin embargo, la organización Global Witness recomendó la expulsión de Venezuela del proceso y prohibir el comercio con el diamante venezolano, porque “ha hecho muy poco esfuerzo para implementar las exigencias del proceso”, entre los cuales se incluye la explotación diamantífera sin controles de calidad de vida y que no sean usados para financiar guerras o corrupción administrativa.
“Venezuela ha sido un estado que no ha cumplido con las normas durante 4 años, y está haciendo burla de mecanismos importantes de prevención de conflictos”, dijo Ian Smillie, un coordinador de investigación de la organización canadiense Partnership Africa Canada, basada en Ottawa.
El proceso Kimberley se inició en el 2003 para buscar terminar con el trafico de diamantes usados para financiar guerras, y obligando a las naciones productoras a certificar toda la producción diamantífera en bruto, de modo que no sea usado para financiar guerras internacionales e ilegales.
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