Carolina Sanz
(V&L)
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), creado por el presidente Hugo Chávez, enfrenta una crisis interna tras la expulsión de dos mandatarios regionales y uno municipal, calificada el día 28 de intimidatoria por uno de los afectados, Manuel Manuit, gobernador del estado Guárico.
Los dos gobernadores y la alcaldesa fueron expulsados del PSUV el pasado viernes por contrariar a los candidatos para los comicios regionales del próximo 23 de noviembre que cuentan con el apoyo oficial del mandatario venezolano.
El vicepresidente del PSUV, Alberto Muller Rojas, anunció la expulsión de las filas del partido oficialista de los gobernadores de los estados Carabobo, Luis Felipe Acosta Carlez, y Guárico, Eduardo Manuitt, y de la alcaldesa de la ciudad de Maturín, del estado Monagas, Numa Rojas.
Indicó que fueron expulsados por intentar postular sus respectivas candidaturas contrariando la línea oficial del presidente Chávez, quien respaldaba a otros aspirantes electos en las elecciones internas el pasado primero de junio..
Las nuevas bajas se suman a otras deserciones especialmente a nivel de la Asamblea Nacional (AN), donde unos 20 parlamentarios renunciaron a las filas oficialistas por disentir con las posiciones políticas del mandatario venezolano.
Entre los legisladores se encuentran dirigentes del partido Por la Democracia Social (Podemos), quienes renunciaron al gobierno por ser contrarios a la reforma constitucional, que el presidente auspiciaba en diciembre del año pasado.
Por la misma causa disidente, otros dos gobernadores de Podemos, en los estados Aragua y Anzoátegui, fueron apartados de las líneas oficialista del presidente Chávez.
En respuesta a la decisión anunciada, el gobernador de Guárico calificó de intimidatoria su expulsión del PSUV y afirmó que en otras tres oportunidades había sido retirado de la organización recién fundada por el jefe del Estado.
Las elecciones regionales han sido calificadas por Chávez como vitales para su proyecto socialista y por ello dedica gran parte de su tiempo a respaldar personalmente a sus pupilos, organizando actos en las localidades.
Un total de 24 gobernadores y 335 alcaldes serán electos para un nuevo periodo local de 4 años el próximo 23 de noviembre, comicios que la oposición venezolana también las han calificado como vitales para la supervivencia de la democracia.
En distintas oportunidades, Chávez ha advertido a sus seguidores sobre los planes desestabilizadores de la oposición que se fortalecerían de apoderarse de un gran número de gobernaciones y alcaldías.
Las posibilidades de la oposición estarían en una alianza unitaria cuyos acuerdos podrían ser anunciados a finales de julio o principios de agosto cuando se abra el periodo de inscripción de candidatos en las juntas regionales del Consejo Nacional Electoral (CNE).
(V&L)
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), creado por el presidente Hugo Chávez, enfrenta una crisis interna tras la expulsión de dos mandatarios regionales y uno municipal, calificada el día 28 de intimidatoria por uno de los afectados, Manuel Manuit, gobernador del estado Guárico.
Los dos gobernadores y la alcaldesa fueron expulsados del PSUV el pasado viernes por contrariar a los candidatos para los comicios regionales del próximo 23 de noviembre que cuentan con el apoyo oficial del mandatario venezolano.
El vicepresidente del PSUV, Alberto Muller Rojas, anunció la expulsión de las filas del partido oficialista de los gobernadores de los estados Carabobo, Luis Felipe Acosta Carlez, y Guárico, Eduardo Manuitt, y de la alcaldesa de la ciudad de Maturín, del estado Monagas, Numa Rojas.
Indicó que fueron expulsados por intentar postular sus respectivas candidaturas contrariando la línea oficial del presidente Chávez, quien respaldaba a otros aspirantes electos en las elecciones internas el pasado primero de junio..
Las nuevas bajas se suman a otras deserciones especialmente a nivel de la Asamblea Nacional (AN), donde unos 20 parlamentarios renunciaron a las filas oficialistas por disentir con las posiciones políticas del mandatario venezolano.
Entre los legisladores se encuentran dirigentes del partido Por la Democracia Social (Podemos), quienes renunciaron al gobierno por ser contrarios a la reforma constitucional, que el presidente auspiciaba en diciembre del año pasado.
Por la misma causa disidente, otros dos gobernadores de Podemos, en los estados Aragua y Anzoátegui, fueron apartados de las líneas oficialista del presidente Chávez.
En respuesta a la decisión anunciada, el gobernador de Guárico calificó de intimidatoria su expulsión del PSUV y afirmó que en otras tres oportunidades había sido retirado de la organización recién fundada por el jefe del Estado.
Las elecciones regionales han sido calificadas por Chávez como vitales para su proyecto socialista y por ello dedica gran parte de su tiempo a respaldar personalmente a sus pupilos, organizando actos en las localidades.
Un total de 24 gobernadores y 335 alcaldes serán electos para un nuevo periodo local de 4 años el próximo 23 de noviembre, comicios que la oposición venezolana también las han calificado como vitales para la supervivencia de la democracia.
En distintas oportunidades, Chávez ha advertido a sus seguidores sobre los planes desestabilizadores de la oposición que se fortalecerían de apoderarse de un gran número de gobernaciones y alcaldías.
Las posibilidades de la oposición estarían en una alianza unitaria cuyos acuerdos podrían ser anunciados a finales de julio o principios de agosto cuando se abra el periodo de inscripción de candidatos en las juntas regionales del Consejo Nacional Electoral (CNE).
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