20 de julio de 2009
José Vicente Rangel Entrevista a Gustavo Dudamel: "Yo no soy yo, es el Sistema de Orquestas. Apenas soy una libélula en ese universo"
Lo que más le ha hecho daño a nuestro país es la autodenigración, es el decir nosotros no servimos para nada. Es el decir yo me tengo que ir para otro lado para ser alguien.
* La orquesta esencialmente es un fenómeno social, es la participación. La orquesta es como un pequeño país.
* Considero que el enemigo nro 1 de nuestra juventud es el ocio y la falta de atención.
* Parto del principio que un director sin orquesta no es nadie. Tú necesitas el componente humano, tú necesitas los músicos.
* Venezuela definitivamente es más que petróleo.
Caracas, jul. 19 de 2009.- Este domingo JVRangel entrevistó en su programa dominical JVHOY que transmite Televen, canal 10 a Gustavo Dudamel. Comenzó Rangel el programa con el refrán “nadie es profeta en su tierra”, pero hay excepciones, notables y brillantes excepciones, una de ellas es Gustavo Dudamel. Para mí un personaje genial. Es un reconocimiento no solamente al artista, sino al venezolano de excepción. Te agradezco en nombre de los amigos y los enemigos también que estés aquí. No voy a entrevistar al icono sino al ser humano.
R: ¿Quién es Gustavo Dudamel?
Sigo siendo ese muchacho de Barquisimeto que soñaba y soñaba. Primero en ser músico y de pronto se fue abriendo ese camino.
R: ¿A qué edad empezó ese sueño?
Estaba muy niño porque en mí casa había ese ambiente musical y para mí estando en el colegio, en todas partes había música. Aprendí a leer música sin saber que sabía. Me apasionó un libro que tenía mí papá y a partir de allí comenzó ese sueño. Tendría 4 años o 5 cuando me día cuenta que la música me apasionaba.
R: Me llama la atención ese entorno familiar tuyo. Tu madre, tu padre tu abuela
Bueno mí abuela …mis padres son fabulosos y los amo, pero eran padres jóvenes y entonces vivían en casa de los abuelos. Entonces tenía una relación también con los abuelos paternos. Tenía 2 papás y 2 mamás. Y eso fue bello porque ese escudo familiar que tenía me dieron mucho amor y valores.
Mí papá se educó dentro del sistema de orquestas, pero es amante de la salsa. En casa de repente se escuchaba un Bethoven y de repente escuchaba a Hèctor Lavoe. Y eso se mantiene, antes de los concierto me coloco los audífonos y la gente cree que estoy escuchando un concierto y resulta que estoy oyendo a Wuillie Colón o a Oscar de León. Eso forma parte de esa energía.
R; ¿ A ti te gustaba el trombón? ¿Por qué lo cambiaste por el violín?
Me encantaba. Fui muy travieso con el trombón de mí papá y además es un instrumento muy bello, pero muy pesado y era como un amor que te da poder. Y lo cambié por el violín por una casualidad muy hermosa todos mis compañeros de solfeo tocaban violín. Yo esperé, para un niño estudiar solamente solfeo 5 años, solamente teoría, es algo imposible. Y en es yo estaba esperando tener el brazo más largo para tocar el trombón de mí papá. Y un profesor me dio el violín y lo toqué y me enamoré del instrumento inmediatamente.
Se recreó Dudamel en la musicalidad que caracteriza su tierra natal. Y refirió a un tío suyo quien siempre le decía que además de los grandes músicos clásicos había que meterle también a Carrillo, Rafael López y allí terminaban tocando en su casa música venezolana. Admitió además que sigue siendo serenatero.
R: ¿Qué dice tu esposa?
A ella le encanta. Yo creo que la enamoré con una serenata. No fui a su casa a tocarle pero la invite un día a casa de unos amigos, ellos me entregaron un violín y toqué un tango. Su abuelita es argentina, entonces allì surgió un chispazo.
Un día la invite a salir y me gusta mucho Tito Rodríguez y dije bueno, no tengo la música de último momento y la coloque. Y de repente la veo cantando y allí fue cuando dije, aquí sí hay conexión (…) Sí Eloiza es bailarina, tiene es vena artística.
R: Es bailarina y periodista. ¿Es buena periodista?
Sí me escribe buenas críticas.
El maestro Abreu es un ángel
Para Dudamel el maestro Abreu es un ángel quien les abrió el camino a todos los muchachos del Sistema de Orquesta, que son miles. Y que les ha dado la oportunidad de soñar y de hacer los sueños realidad. Además de su maestro musical es su maestro de vida e incluso su padre.
Me mude muy joven a Caracas y él asumió la responsabilidad de mí venida acá. Me enseño los valores de la vida fundamentalmente el que nos deja el sistema, es el compartir. Vivimos en un mundo muy individualista, dónde sí yo estoy bien y el resto está mal no me importa. Creo que el mensaje esencial en la orquesta va más allá de la música. Tu estas sentado allí y tienes que compartir la idea con el compañero y con los otros 200 músicos que están alrededor. Esa interacción hace que el valor del compartir sea humanista.
R: ¿Percibes un dato social?
Absolutamente. Creo que la orquesta esencialmente es un fenómeno social, es la participación. La orquesta es como un pequeño país. Ya el hecho que dentro de las secciones, allí hablamos de diferentes colores y tonalidades pero al final todos tenemos un fin que es la partitura y la música y todos tenemos que caminar juntos.
A pesar que no me caiga bien el primer flauta, yo tengo que hacer buena música con él. Así debe funcionar el país y el arte en sí porque el arte es unión, es pasión, es amor y eso ya hace que sea un ejemplo de mundo. No solamente de un país sino un ejemplo mundial.
Me siento realizado
Dudamel se siente realizado porque tengo la música como mí vida y que nadie me la puede quitar porque yo siento que la música está dentro de mí. Y me siento realizado porque formo parte de este proyecto “El Sistema de Orquesta” y que cada vez que vuelvo a Venezuela me lleno de orgullo y de un amor infinito de ver esos niños soñando y construyendo una vida a través de un instrumento. No solo cambiando sus vidas sino las de sus familias. Eso ya ha cambiado el esquema de la música clásica en el mundo. Por eso ahora todo el mundo ve en Venezuela el futuro de la música clásica. No dicho por nosotros sino por los grandes maestros.
R: Me encanta el pajarillo dirigido por Dudamel. ¿Qué significa para ti el pajarillo?
Para mi es un orgullo llevarlo al exterior, nuestro folklore. El pajarillo es una danza muy completa y muy compleja. Se escucha muy sencillo y uno lo disfruta mucho. Cuando la gente lo escucha se enloquece. Ya para la orquesta es emocionante y esa energía llega al público.
Creo que nuestra música es además de hermosa e infinita. Es muy completa y compleja. Hice el pajarillo de Aldemaro Romero en Mambert, lo comenzamos hacer dificilísimo y luego quedaron fascinados.
Somos más que petróleo
El venezolano es muy creativo, muy comunicativo. A veces no nos escuchamos. El arte se ha venido limitando mucho en ese renglón solo nos enseñan los nombres de los artistas. En la orquesta además de enseñar lo esencial, que es el arte musical, le permite al joven crear. Y eso ya hace la transformación, además de inculcar valores.
“A mí el sistema me cambió los valores. Yo vengo de una clase media baja. Vengo de una urbanización hermosísima. La Urbanización “Sucre” en Barquisimeto, que es una comunidad humilde, pero para mí junto al sistema, era algo que necesitaba era mí paraíso. Esa identificación del joven con su comunidad, el sistema- la música- y su educación plena es algo de oto mundo. El sistema es algo que no tiene fronteras.
El sistema – afirma – potencia la realidad musical en el país. “No es un conservatorio tradicional, no, está en las comunidades donde están los jóvenes. Va al problema, está donde están los jóvenes necesitados de espacios para crear. Pasión sin disciplina no funciona. Para lograr los sueños hace falta mucha disciplina y control.
“Yo soy muy apasionado, cuando me entrego me entrego y me lanzo al agua y doy lo que más puedo. Antes de todo eso ha habido una disciplina, el estudio, el pensamiento. La música es una disciplina donde el pensamiento es esencial porque tienes que recrear idea sobre idea que deben tener una razón y un sentido.
El enemigo nro 1
Considero que el enemigo nro 1 de nuestra juventud es el ocio y la falta de atención. Y la música lo rescata.
“Cuando el ocio se combina son sentir que puedes hacer lo que quieres (..) El sistema te da la oportunidad de hacer algo en ese tiempo libre al principio, que luego se convierte en tiempo absoluto de la vida de los jóvenes.”
R: Hay una imagen modelica tuya. Todos no pueden ser Dudamel, pero todos aspiran serlo. ¿Qué percibes en ese fabuloso tejido de muchachos?
Parto del principio que un director sin orquesta no es nadie. Tú necesitas el componente humano, tu necesitas los músicos. Yo creo que no es Dudamel, soy un miembro más, yo soy una libelula en ese universo. Se que soy la imagen de un modelo a seguir, pero no soy yo, es el sistema. Porque lo que ha trascendido fuera de nuestras fronteras, es el mensaje del sistema como proyecto artístico de rescate social, eso hace que un arte tan lejano – como la música académica – ahora nos pertenezca.
No soy yo, es el sistema, es el maestro Abreu porque sin él esto no hubiese sido posible. él esto no hubiese sido posible. Yo ser lo que soy, porque no hubiese sido posible la orquesta, ni la orquesta donde yo vivía, mí papá no hubiese sido lo que es. Y lo bello del sistema es que se ha convertido en un símbolo en el país, como los símbolos patrios que la gente apoya.
Rangel: Aparentemente estas en una cumbre, digo aparentemente porque has asumido ese liderazgo con una extraordinaria humildad. Es decir estas en condiciones de decir algo a los demás. ¿Cuál sería el mensaje para el país, para la juventud?
En mí tono un poco loco, creo que lo más importante en lo que debemos enfocarnos es en los valores, el valor de la vida. El joven saber valorar su vida y saber valorar su entorno, eso es lo más importante. Lo que más le ha hecho daño a nuestro país es la autodenigración, es el decir nosotros no servimos para nada. Es el decir yo me tengo que ir para otro lado para ser alguien. Eso no es, tenemos que valorar nuestra condición de ciudadanos de un país que tiene un futuro inmenso y que tenemos que trabajar por eso y que tenemos que trabajar fuertemente con mucha disciplina y soñar porque hay que soñar. Tenemos que soñar con cosas que vayan más allá de los límites de nuestros sueños y trabajar por ello. Somos un país hermoso por el cual tenemos que luchar.
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