10 de agosto de 2009
Denuncian que manifestantes iraníes fueron violados en la cárcel
El candidato reformista iraní Mehdi Karubi denunció el lunes que personas detenidas durante las manifestaciones post-electorales fueron violadas en la cárcel y las autoridades siguieron denunciado la ingerencia occidental en los asuntos internos del país.
“Una determinada cantidad de personas detenidas afirmaron que mujeres jóvenes habían sido salvajemente violadas“, escribió Karubi en una carta de la cual la AFP obtuvo una copia el lunes.
“También hombres jóvenes fueron salvajemente violados (…) y desde entonces sufren una depresión y serios problemas psicológicos y físicos”, agregó.
Esta carta fue enviada el 29 de julio al ex presidente iraní Akbar Hachemi Rafsanyani, que dirige el Consejo del Discernimiento la Asamblea de Expertos, dos instituciones clave del régimen islámico iraní.
Karubi dio un plazo de diez días para obtener una respuesta y aclaró que de lo contrario daría a conocer la misiva públicamente. La carta fue publicada en el sitio internet Etemad Melli, pero luego fue retirada.
El ex presidente Rafsanyani debía dirigir la oración colectiva del próximo viernes pero el lunes decidió que no participará en ella para evitar “todo abuso político inaceptable”, anunció jefe del Consejo político de los imanes de las oraciones, Reza Taghavi.
La última vez que Rafsayani dirigió la oración colectiva del viernes, el pasado 17 de julio, los líderes opositores asistieron y gritaron eslóganes hostiles al gobierno.
Las autoridades reconocieron que varios detenidos murieron en la cárcel y afirmaron que los decesos se debían a un virus y no a maltratos carcelarios.
En julio, el guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, ordenó el cierre del centro de detención de Teherán, Kahrizak, donde fueron detenidos responsables reformistas y manifestantes por no estar “conforme a las normas”.
Unas 2.000 personas fueron detenidas durante las manifestaciones que denunciaban fraude en la reelección de Ahmadinejad en los comicios del 12 de junio, en las que oficialmente murieron 30 personas. La mayoría fueron liberadas bajo fianza pero unas 200 siguen tras las rejas.
El pasado sábado un tribunal revolucionario de Teherán comenzó a juzgar a unas 110 personas.
EL GOBIERNO DENUNCIA INJERENCIA EXTRANJERA
El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Hasan Ghashghavi, denunció el lunes las “intervenciones” exteriores en los asuntos internos, después de que países occidentales criticaran el juicio.
Estimó que el juicio se desarrollaba de acuerdo “con las leyes internacionales” y consideró las reacciones occidentales eran “ilegales y sorprendentes”
Nos oponemos firmemente a cualquier tipo de intervención” extranjera, sostuvo.
Entre los acusados que comparecieron el sábado se encontraban la joven universitaria francesa Clotilde Reiss y dos empleados locales de la embajada de Gran Bretaña y de Francia, Hosein Rasam y Nazak Afshar.
“Una mujer francesa que ha estado en Irán como profesora de idioma (…) participa en unas manifestaciones en Teherán (…). Esto no tiene nada que ver con la enseñanza. ¿Quería enseñarles el francés a los manifestantes?”, dijo Ghashghavi, antes de añadir que había “enviado 1.000 correos electrónicos y fotografías” de las manifestaciones.
Coltilde Reiss, detenida el 1 de julio, admitió haber participado en las manifestaciones del 15 y del 17 de junio en Ispahan e indicó haber tomado fotografías y haber filmado imágenes.
La liberación de la francesa es “objetivo prioritario” del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que multiplica “las intervenciones ante todos aquellos que pueden ejercer una influencia”, indicó el lunes la presidencia francesa.
El domingo, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner exigió su liberación y afirmó que la joven no era “culpable” de nada.
La presidencia sueca de la Unión Europea (UE) también criticó el juicio y la embajadora estadounidense ante la ONU condenó estos “juicios espectáculo”.
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