“Si te parece, y esto va por cuenta mía, ¿eh?, antes de que te vaya a meter en un lío, le quiero dedicar a la gente de Venezuela este tema”, le dijo Alejandro Sanz al colombiano Juanes momentos antes de compartir la canción “Lola Soledad” durante el concierto que el español ofreció la noche de este sábado en la ciudad de Miami. De inmediato, una resonante ovación de varios segundos estremeció el American Airlines Arena. Fue uno de los momentos más especiales de la velada.
Juanes, con la sencillez que lo caracteriza, manifestó su conformidad con la petición de Alejandro, quien respondió con un emotivo “viva Colombia” que fue secundado por el medellinense. Luego de un abrazo entre ambos artistas, se inició “Lola Soledad”, reseña www.globovision.com.
Pasaban las 8:00 PM cuando el recinto, donde podían verse ondeando banderas de España y Venezuela, estalló con los acordes de “Peter Punk”, tema del más reciente trabajo del cantautor español y que da nombre a esta gira. Era oficial: el Paraíso había llegado finalmente a Miami. Y del último disco, Sanz se fue casi 20 años atrás con “Lo que fue es lo que soy”, de su primer álbum “Viviendo Deprisa”. El público respondió con bulliciosos aplausos.
Alejandro entró al escenario luciendo su nuevo corte de cabello, casi al rape, efecto de la promesa que hiciera si España ganaba Mundial de Fútbol. Jeans, franela, blazer negro y su guitarra completaban su atuendo sincero, honesto, en perfecto maridaje con su voz.
Pronto el madrileño se dirigió a la audiencia: “unas cinco o seis canciones vamos a tocar”, dijo bromeando. Luego completó: “Y al final de la noche nuestro amor será leyenda”, y comenzó a cantar esta pieza de “Paraíso Express” que fue coreada en su totalidad como cualquiera de los temas ya clásicos del artista.
“¿Les gustan las viejitas? A mí también. Yo sé que están cómodos, pero si les gusta tienen que bailar. ¡Que se note que estamos en Miami! Si no se les va a poner cuadrado. Las cosas que no se usan se dañan”, sentenció Sanz con picardía arrancando risas. Enseguida una melodía por todos conocida invadió los oídos del público, que complació a Alejandro bailando al ritmo de su “Corazón partío”.
Más invitados de lujo
Cuando el auditorio aún vibraba tras la presentación de Juanes, René Pérez, el Residente de Calle 13, entró al escenario como un torbellino para cantar “Mala” junto a Sanz. Una presentación explosiva y cargada de fuerza, donde el boricua se quitó los zapatos y la camiseta y los lanzó al público.
Minutos después Alejandro le dio la bienvenida a otra puertorriqueña, Ednita Nazario, quien luego de darle un beso en nombre de las fans del español que así se lo pidieron por Twitter, lo acompañó en el delicioso “Looking for Paradise”. Si aún quedaban algunos por ponerse de pie, ya no lo pudieron resistir más.
El momento más íntimo vendría cuando Alejandro, en compañía de su piano, entonó las baladas “Tú no tienes la culpa” y “¿Lo ves?”, seguidas de “Tu letra podré acariciar” y “Aquello que me diste”. El público las disfrutó con devoción.
Sin dejar de lado ese sabor a flamenco que lo caracteriza, este show mostró una faceta más rockera de Alejandro Sanz, quien acompañado de una banda de nueve músicos, destacó con un sonido poderoso donde las guitarras fueron protagonistas. Un espectáculo con un deslumbrante juego de luces y una pantalla led transparente que dotaba de una especial atmósfera al escenario con cada nuevo tema.
La noche cerró con un medley de las conocidas “A la primera persona”, “Mi soledad y yo”, “Amiga mía” y “Y si fuera ella”. Alejandro y la banda se despidieron y las luces de sala se encendieron aunque aún se escuchaban gritos pidiendo “otra”. Todos querían un poquito más de Paraíso.
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