(Especial para V&L)
La extrema pobreza y el asfixiante calor son las principales características que identifican al estado llanero de Barinas, bautizado como la “cuna de la revolución” por ser el lugar donde, el 28 de julio de 1954, nació el hoy presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
Treinta y cuatro grados de temperatura reciben, cual fogonazo, a los viajeros que descienden de los modernos ómnibus, con aire acondicionado, que arriban a la sucia terminal de transportes de una ciudad donde lo que fue un secreto a voces por años se ha vuelto un arma política: que los padres y los cinco hermanos del presidente, en sospechosas circunstancias, han pasado en 10 años de ser una familia muy humilde a prácticamente adueñarse de Barinas.
Cualquiera en esta ciudad puede contar la historia de los Chávez. “Vivían en Sabaneta —a 35 kilómetros de Barinas— en una casita de caña con piso de tierra. Luego, cuando llegaron a Barinas, vivieron en una casita de 45 metros cuadrados que el gobierno de Raúl Leoni daba a los pobres”, cuenta Rogelio Peña Alí, ex alcalde de Barinas y hoy candidato a la gobernación por el partido Acción Democrática.
El sostenimiento económico era difícil para la joven pareja formada por Hugo de los Reyes Chávez, profesor de primaria, y Elena Frías, empleada encargada de comprar alimentos para las escuelas estatales, por lo que encomendaron a la abuela Rosa Inés el cuidado de los dos hijos mayores: Hugo y Adán.
En 1998, tras un fallido golpe de Estado, dos años en la cárcel y el arribo a la Presidencia con un proyecto socialista, Hugo Chávez incita y apoya a su padre para que gane la gobernación de Barinas, con lo que inicia un visible cambio en la forma de vida de su familia.
Durante los 10 años en que el patriarca de los Chávez se ha mantenido en el poder ha demostrado “corrupción e ineficiencia administrativa”, asegura Wilmer Azuaje, el ex diputado chavista que fue expulsado del Partido Socialista Unido de Venezuela luego de que denunciara penalmente los malos manejos del gobernador.
Lo que hay en Venezuela es una falsa revolución y lo que hay en Barinas es una robolución, dice Azuaje. La malversación de fondos llegaría a 265 millones de dólares.
Pero lo que más critican los barinenses, y que ha determinado que a la familia Chávez la apoden “la familia real de Barinas”, es su desmedida adquisición de tierras. “De una pequeña finca de tres hectáreas que tenían hace 30 años han pasado a tener más de 17 (fincas) con más de 45 mil hectáreas a nombre de testaferros”, ha denunciado Azuaje.
“Paradójicamente Barinas fue la primera zona ‘liberada’ por la Revolución Bolivariana y epicentro de la reforma agraria que impulsó la Ley de Tierras de 2002”, cuenta Peña, quien fue uno de los despojados.
La extrema pobreza y el asfixiante calor son las principales características que identifican al estado llanero de Barinas, bautizado como la “cuna de la revolución” por ser el lugar donde, el 28 de julio de 1954, nació el hoy presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
Treinta y cuatro grados de temperatura reciben, cual fogonazo, a los viajeros que descienden de los modernos ómnibus, con aire acondicionado, que arriban a la sucia terminal de transportes de una ciudad donde lo que fue un secreto a voces por años se ha vuelto un arma política: que los padres y los cinco hermanos del presidente, en sospechosas circunstancias, han pasado en 10 años de ser una familia muy humilde a prácticamente adueñarse de Barinas.
Cualquiera en esta ciudad puede contar la historia de los Chávez. “Vivían en Sabaneta —a 35 kilómetros de Barinas— en una casita de caña con piso de tierra. Luego, cuando llegaron a Barinas, vivieron en una casita de 45 metros cuadrados que el gobierno de Raúl Leoni daba a los pobres”, cuenta Rogelio Peña Alí, ex alcalde de Barinas y hoy candidato a la gobernación por el partido Acción Democrática.
El sostenimiento económico era difícil para la joven pareja formada por Hugo de los Reyes Chávez, profesor de primaria, y Elena Frías, empleada encargada de comprar alimentos para las escuelas estatales, por lo que encomendaron a la abuela Rosa Inés el cuidado de los dos hijos mayores: Hugo y Adán.
En 1998, tras un fallido golpe de Estado, dos años en la cárcel y el arribo a la Presidencia con un proyecto socialista, Hugo Chávez incita y apoya a su padre para que gane la gobernación de Barinas, con lo que inicia un visible cambio en la forma de vida de su familia.
Durante los 10 años en que el patriarca de los Chávez se ha mantenido en el poder ha demostrado “corrupción e ineficiencia administrativa”, asegura Wilmer Azuaje, el ex diputado chavista que fue expulsado del Partido Socialista Unido de Venezuela luego de que denunciara penalmente los malos manejos del gobernador.
Lo que hay en Venezuela es una falsa revolución y lo que hay en Barinas es una robolución, dice Azuaje. La malversación de fondos llegaría a 265 millones de dólares.
Pero lo que más critican los barinenses, y que ha determinado que a la familia Chávez la apoden “la familia real de Barinas”, es su desmedida adquisición de tierras. “De una pequeña finca de tres hectáreas que tenían hace 30 años han pasado a tener más de 17 (fincas) con más de 45 mil hectáreas a nombre de testaferros”, ha denunciado Azuaje.
“Paradójicamente Barinas fue la primera zona ‘liberada’ por la Revolución Bolivariana y epicentro de la reforma agraria que impulsó la Ley de Tierras de 2002”, cuenta Peña, quien fue uno de los despojados.
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