15 de diciembre de 2008

Fascismo a la venezolana


Fernando Ochoa Antich
(Especial para V&L)


Los regímenes autocráticos tienen características comunes y marcadas diferencias: el totalitarismo se caracteriza por la existencia de un partido único que se confunde con las instituciones del Estado, mediante una doctrina global que se manifiesta en todas las esferas de la actuación humana: economía, cultura, familia, religión, etc. Se exalta la autoridad de un solo líder que tiene un poder ilimitado en todos los ámbitos de la sociedad. En teoría, buscan formar a un hombre nuevo en una sociedad perfecta.

Para lograrlo hacen uso ilimitado de la propaganda y de distintos mecanismos de control social y de represión. Considera al Estado en un fin en sí mismo, combate las ideas liberales y busca crear una sociedad militarizada. La frase de Mussolini resume la visión totalitaria: "todo en el Estado, todo para el Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado". Fundamentalmente, la característica entre los totalitarismos fascistas y marxistas radica en que los fascismos combatieron a muerte las ideas liberales, pero se vincularon estrechamente a la plutocracia a objeto de fortalecer el capitalismo. Los totalitarismos de izquierda combatieron las ideas liberales, pero destruyeron las estructuras del capitalismo.

Si analizamos al chavismo nos daremos cuenta que tiene características similares al totalitarismo, aunque mantiene sus propias particularidades: el interés en constituir un partido único; en fortalecer al Estado hasta lograr controlar todas las esferas del acontecer humano; la exaltación de un liderazgo permanente y único; la visión de una sociedad militarizada; su ambición de formar a un hombre nuevo en una sociedad perfecta; el uso ilimitado de la propaganda y de distintos mecanismos de control social; su interés en destruir el liberalismo y el capitalismo y tantas otras que están a la vista.

Se diferencia de otros fascismos o totalitarismos de izquierda en la conservación de las instituciones liberales, aunque las mantiene bajo su control. También el uso y abuso de la consulta popular. Esa forma de actuar también la tuvo Adolfo Hitler. Utilizó permanentemente el plebiscito para consolidarse en el poder. Por suerte los venezolanos tienen una mayor capacidad de lucha. No se han rendido. Estoy seguro que con valor y constancia derrotarán a Hugo Chávez en el referendo aprobatorio de la enmienda constitucional. No, a la reelección indefinida".

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