Carlos Pérez
(V&L)
La orden del presidente venezolano, Hugo Chávez, al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que active la vía de la enmienda constitucional para permitir la reelección presidencial sin límite de mandates, generó rechazos a nivel nacional e internacional y preocupación sobre un endurecimiento del régimen.
Ayer domingo, el propio presidente dijo ante una multitud durante la toma de posesión de Jorge Rodríguez como alcalde del municipio Libertador, que “¡Chávez no se va, Chávez se queda! Yo les doy mi autorización al PSUV, al pueblo venezolano, para que inicien el debate y las acciones para lograr la enmienda constitucional y la reelección del presidente de la República”.
Se trata de una “pegadiza y antidemocrática arenga del presidente de Venezuela, que vuelve a las andadas pese a que los venezolanos ya dijeron «no» a la reforma constitucional con la que pretendía perpetuarse en el poder”, publicó hoy el diario español ABC.
“Hugo Chávez persevera y pretende sacar adelante la enmienda que le permita seguir, como poco, hasta 2021. Tiene el dirigente caribeño los resabios y la contumacia en el error de los viejos dictadores, ese tono cansino y faltón que suena amenazante y estremece cuando alza la voz y grita: “¡Demostraremos quién manda en Venezuela!”. Patética manera de enseñar los galones que es un canto, en toda regla, contra la libertad”, indicó el importante diario español.
Por su parte, representantes de la oposición calificaron la iniciativa presidencial de “illegal” y auguraron que volverá a ser rechazada en las urnas, como ocurrió en diciembre de 2007.
Chávez, reelegido en diciembre de 2006 para un segundo y último mandato consecutivo de seis años, fracasó hace un año en su intento de instaurar la reelección presidencial ilimitada, cuando fue rechazada en un referendo popular una amplia reforma constitucional que presentó y que incluía esa propuesta.
Según sus críticos, Chávez buscará activar la enmienda constitucional por tres vías: con las firmas del 15 por ciento de los ciudadanos inscritos en el registro electoral; por iniciativa del 30 por ciento de los diputados de la Asamblea Nacional (AN), de 167 miembros, casi todos afectos al Gobierno; o por una propuesta del presidente.
Previa aprobación de la AN, la propuesta de enmienda debe ser entregada al Consejo Nacional Electoral (CNE) y sometida a referendo popular en los 30 días siguientes, según el artículo 341 de la Constitución Bolivariana de 1999.
El gobernante había dicho que no insistiría en promover la reelección presidencial ilimitada después de la derrota, hace un año, de su propuesta de reforma constitucional.
Pero el domingo explicó que decidió reintentarlo ante la “actitud fascista” de los nuevos gobernadores y alcaldes opositores elegidos en los comicios regionales del pasado 23 de noviembre.
Según el jefe del Estado, en los municipios y regiones ganadas por la oposición se han registrado presuntos despidos de personal cubano de los programas sociales y supuestas amenazas a la militancia oficialista.
El nuevo alcalde del municipio caraqueño de Baruta, el opositor y jurista Gerardo Blyde, afirmó que la Carta Magna establece que la enmienda solo puede activarse “para adicionar o suprimir elementos que no modifiquen artículos fundamentales de la Constitución o la estructura del Estado”.
Para propuestas como la “reelección ilimitada presidencial” o la designación, por parte del Ejecutivo, de “vicepresidentes regionales, la enmienda no es la vía”, dijo Blyde a medios locales.
Ismael García, diputado de la AN por el disidente partido Podemos, afirmó por su parte que desde hace “meses” han alertado de que el “objetivo de Chávez es la reelección indefinida”.
Esa propuesta será “nuevamente rechazada” por los venezolanos, porque “nadie quiere un poder hegemonic” en Venezuela, dijo García en una entrevista con la cadena privada de noticias Globovisión.
El sábado, el líder del opositor Acción Democrática, Henry Ramos, dijo que además de la reelección presidencial ilimitada, Chávez pretende activar otras enmiendas “para la consumación de su poder total”.
Con esas enmiendas, según Ramos, Chávez buscaría la designación por parte del Ejecutivo de “vicepresidentes” en cada región del país, que estarían por encima de los gobernadores y alcaldes electos en las urnas..
También que sea el presidente de la República quien “proponga” a la AN a los candidatos a Fiscal General, Contralor General, Defensor del Pueblo y a los 32 magistrados del Supremo, dijo Ramos.
(V&L)
La orden del presidente venezolano, Hugo Chávez, al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que active la vía de la enmienda constitucional para permitir la reelección presidencial sin límite de mandates, generó rechazos a nivel nacional e internacional y preocupación sobre un endurecimiento del régimen.
Ayer domingo, el propio presidente dijo ante una multitud durante la toma de posesión de Jorge Rodríguez como alcalde del municipio Libertador, que “¡Chávez no se va, Chávez se queda! Yo les doy mi autorización al PSUV, al pueblo venezolano, para que inicien el debate y las acciones para lograr la enmienda constitucional y la reelección del presidente de la República”.
Se trata de una “pegadiza y antidemocrática arenga del presidente de Venezuela, que vuelve a las andadas pese a que los venezolanos ya dijeron «no» a la reforma constitucional con la que pretendía perpetuarse en el poder”, publicó hoy el diario español ABC.
“Hugo Chávez persevera y pretende sacar adelante la enmienda que le permita seguir, como poco, hasta 2021. Tiene el dirigente caribeño los resabios y la contumacia en el error de los viejos dictadores, ese tono cansino y faltón que suena amenazante y estremece cuando alza la voz y grita: “¡Demostraremos quién manda en Venezuela!”. Patética manera de enseñar los galones que es un canto, en toda regla, contra la libertad”, indicó el importante diario español.
Por su parte, representantes de la oposición calificaron la iniciativa presidencial de “illegal” y auguraron que volverá a ser rechazada en las urnas, como ocurrió en diciembre de 2007.
Chávez, reelegido en diciembre de 2006 para un segundo y último mandato consecutivo de seis años, fracasó hace un año en su intento de instaurar la reelección presidencial ilimitada, cuando fue rechazada en un referendo popular una amplia reforma constitucional que presentó y que incluía esa propuesta.
Según sus críticos, Chávez buscará activar la enmienda constitucional por tres vías: con las firmas del 15 por ciento de los ciudadanos inscritos en el registro electoral; por iniciativa del 30 por ciento de los diputados de la Asamblea Nacional (AN), de 167 miembros, casi todos afectos al Gobierno; o por una propuesta del presidente.
Previa aprobación de la AN, la propuesta de enmienda debe ser entregada al Consejo Nacional Electoral (CNE) y sometida a referendo popular en los 30 días siguientes, según el artículo 341 de la Constitución Bolivariana de 1999.
El gobernante había dicho que no insistiría en promover la reelección presidencial ilimitada después de la derrota, hace un año, de su propuesta de reforma constitucional.
Pero el domingo explicó que decidió reintentarlo ante la “actitud fascista” de los nuevos gobernadores y alcaldes opositores elegidos en los comicios regionales del pasado 23 de noviembre.
Según el jefe del Estado, en los municipios y regiones ganadas por la oposición se han registrado presuntos despidos de personal cubano de los programas sociales y supuestas amenazas a la militancia oficialista.
El nuevo alcalde del municipio caraqueño de Baruta, el opositor y jurista Gerardo Blyde, afirmó que la Carta Magna establece que la enmienda solo puede activarse “para adicionar o suprimir elementos que no modifiquen artículos fundamentales de la Constitución o la estructura del Estado”.
Para propuestas como la “reelección ilimitada presidencial” o la designación, por parte del Ejecutivo, de “vicepresidentes regionales, la enmienda no es la vía”, dijo Blyde a medios locales.
Ismael García, diputado de la AN por el disidente partido Podemos, afirmó por su parte que desde hace “meses” han alertado de que el “objetivo de Chávez es la reelección indefinida”.
Esa propuesta será “nuevamente rechazada” por los venezolanos, porque “nadie quiere un poder hegemonic” en Venezuela, dijo García en una entrevista con la cadena privada de noticias Globovisión.
El sábado, el líder del opositor Acción Democrática, Henry Ramos, dijo que además de la reelección presidencial ilimitada, Chávez pretende activar otras enmiendas “para la consumación de su poder total”.
Con esas enmiendas, según Ramos, Chávez buscaría la designación por parte del Ejecutivo de “vicepresidentes” en cada región del país, que estarían por encima de los gobernadores y alcaldes electos en las urnas..
También que sea el presidente de la República quien “proponga” a la AN a los candidatos a Fiscal General, Contralor General, Defensor del Pueblo y a los 32 magistrados del Supremo, dijo Ramos.
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